Quiero hacerles un regalo. Un obsequio por estas fiestas. Ya saben que mis entradas suelen ser poemas escritos por personas que poseen ese maravilloso don de la escritura y que traigo a mi blog para recrearme y recrearles con la belleza de los textos que aqui expongo, siempre respetando su autoría.
En esta ocasión y con motivo de las fiestas decembrinas, mi regalo es un texto de mi propia inspiración. Quisiera pedirles disculpas por los fallos que puedan encontrar en mi escrito. No soy poeta, ni se me da bien la narración. Pero si les puedo asegurar, que lo he hecho con mucho cariño y dedicación, para hacerles un pequeño homenaje en agradecimiento a tantas visitas y la acogida con la que me han recibido en este mundo de blogger.
HISTORIA DE AMOR
Nunca imaginó que podría pasarle a ella. Siempre vió desde lejos aquellos amores, que guardaban secretos del corazón, secretos que ella desconocía. Era una persona simple, ni guapa ni fea, normal como cualquier otra. Una mujer, un mar en calma, pero en su corazón albergaba sueños de amor y pensamientos color ambar que la transportaban a vivir historias medievales donde las pasiones se desataban en las profundidades del alma.
Esas noches se impregnaban de magia, y desde dentro de su corazón podía escuchar los rumores del mar, hablarle a la luna y transformar la soledad sonora en música y poemas. Iba capturando belleza, quitándose el antifaz de la tristeza, y recreándose en una alegre melancolía que por momentos le daba la felicidad deseada y en otros el recuerdo de cachos de vida pasados que ensombrecían el perfume de los sueños.
No era una niña y ya había experimentado amores fracasados y silencios en la madrugada, pero a pesar de ello, seguía conservando la pureza de su alma y las inquietudes propias de una adolescente. Solía soñar despierta y desplegaba sus alas azules para volar a un mar de sensaciones, calaíta de emociones e intentando no perturbar en la noche.
Pensaba que no era merecedora de un gran amor y muchas veces se preguntaba: "¿Y si algún día?..., ¿Y si alguna vez pudiera vivir una Epoca Dorada, donde el olvido de frustraciones anteriores despejaran el laberinto de mi alma con la llegada de un amor distinto que me ayudara a recomenzar una etapa de mi vida, al pie de mi silencio para con pequeñas miradas descubrir el jardín plateado que siempre he vivido dentro de mis sueños?"
Eran divagaciones y especulaciones que provenían de su imaginación cada vez más realista. A veces, pensaba que estaba enloqueciendo. Vivia sumida en su mundo, atrapando ilusiones y pensando que lo que no barre el viento se queda latente hasta donde llegue el poder de los deseos.
Pero ese día llegó y lo vio aparecer como la luna y el poeta, para disfrutar juntos lo personal y compartido que conllevan las caricias clandestinas en el paraíso del deseo. El le dijo: "Quiero tus ojos" y ella no solo le entregó sus ojos, sino todo su ser aquella noche esplendorosa, bajo las estrellas y frente a aquel mar azul de Málaga.
Llegó ligero de equipaje, con el corazón desnudo y ansioso de entregar a la mujer de sus sueños todo el caudal de sentimientos que anidaba en su ser. Y era ella, la musa de sus anhelos, el Anfora dorada de la Vid, la soñadora que calzando sentimientos lo haría feliz.
Se encontraron porque sus caminos se cruzaron, porque estaban predestinados ó porque eran almas gemelas. Los motivos no son importantes, lo verdadero es que dos espíritus solitarios comenzaron a caminar unidos de la mano por un sendero lleno de rosas y aromas.
Aún retumba en su mente las palabras que ella pronunció aquel mágico día: "Eres el suspiro de un angel que como gotitas de rocío en mi cara has tocado mi sentir. Ven, que te voy a hacer sentir mis caricias del alma, caricias de una mujer naturalmente enamorada. Vivamos el presente sin pensar en el ayer ni en el mañana, porque si esta unión está proclive a la muerte, te guardaré en mi cajón de recuerdos, como recuerdos de amor, el amor más bello que ha tocado mi corazón....así pienso....así siento!!".
Autora: Perla Negra.