De color de perla y nácar son nuestros besos furtivos
cautivando los sentidos, el corazón, sus delirios;
Leen tus labios los míos, que embriagados en tu aliento,
me abren el firmamento para escuchar tus latidos.
Es amor correspondido como mar en dulce viento
transportando sentimientos en caudales complacidos,
recorriendo entre naves de corales y ondas suaves,
las orillas de cristales donde aguardo tu rocío.
Eres como dulce mies segada entre mis campos,
dorada espiga de amor, mazorca, miel color
las que cosecho contigo, para sentir el abrigo de tu piel
en fresca flor, desnuda ante ardiente sol,
como único testigo.
Eres ternura, mi niño, ojitos de corazón,
cuando al hacer el amor, siento que me voy contigo,
hasta las nubes de sueños que en sus pompas de algodón,
le roban al sol calor y a la luna su vestido.
Apasionada la luna, alumbrando nuestro idilio,
refleja en sabanas blancas nuestros cuerpos ya rendidos,
esperando por el alba y el despertar con los trinos,
para volver a besar tus labios de perla y de nácar
y revivir sensaciones de la noche que nos dimos.
Autora: Mujer de espuma
Perla Negra.
